La Importancia de Caribe
En el segundo día de la Conferencia de Población y Desarrollo, tuve la oportunidad de participar en un evento organizado por la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF). Este evento se centró en compartir las perspectivas del Caribe sobre una variedad de temas cruciales, proporcionando una plataforma para destacar los desafíos y oportunidades únicos de esta subregión. El Caribe, con su diversidad cultural, histórica y geográfica, es una parte integral de América Latina y el Caribe, y su voz es esencial en cualquier discusión regional. Sin embargo, a menudo se subestima o se pasa por alto su importancia en el contexto más amplio de la región. Este evento de IPPF fue un recordatorio claro de la necesidad de prestar atención específica a las realidades caribeñas y de incluir sus perspectivas en el desarrollo de políticas y estrategias regionales. La presentación del evento paralelo del Observatorio de la RCPD en el Caribe se centró en la salud y los derechos sexuales y reproductivos (SRHR) de los adolescentes en la región.
La edad de consentimiento en el Caribe generalmente permite a los adolescentes consentir actividades sexuales a los 16 años, pero solo los mayores de 18 pueden consentir procedimientos médicos. Esto crea una brecha significativa en el acceso a servicios de salud reproductiva para los jóvenes de 12 a 16 años, un grupo que ya enfrenta desafíos significativos debido a políticas restrictivas y prácticas culturales conservadoras.
El evento resaltó que el 25% de la población caribeña tiene entre 10 y 24 años, y un notable 42.8% tuvo su primera experiencia sexual antes de los 12 años. Sin embargo, los jóvenes a menudo no tienen acceso a información o servicios apropiados para su edad, lo que impide su desarrollo saludable y su capacidad para tomar decisiones informadas sobre su cuerpo.
En Dominica, se propuso aumentar la edad de consentimiento de 16 a 18 años, lo que podría dificultar aún más el acceso de los jóvenes a la atención médica. Las barreras legislativas y la influencia del conservadurismo religioso a menudo impiden que los jóvenes accedan al apoyo necesario para la salud sexual y reproductiva.
Se presentaron prácticas regionales ejemplares, como el Test de Competencia de Gillick en Santa Lucía y Guyana, que permite a los menores de 16 años consentir servicios de salud si demuestran ser mentalmente capaces. Jamaica, por su parte, ofrece el modelo "Teen Hub", un espacio seguro para que los jóvenes accedan a información y servicios de SRHR.
Además, la presentación abordó el problema de los matrimonios infantiles y las uniones tempranas, que afectan significativamente a la salud, el bienestar y las oportunidades educativas y económicas de las niñas. Se destacaron las tasas elevadas de matrimonios infantiles en países como Surinam, Guyana y Barbados, y se hizo un llamado a la acción para establecer leyes que fijen la edad mínima para casarse en 18 años sin excepciones.
El Observatorio del Caribe se posiciona como una plataforma clave para la defensa de los derechos de SRHR, proporcionando datos críticos y fomentando la colaboración regional para abordar estos desafíos y promover políticas y leyes que protejan y empoderen a los jóvenes del Caribe .
La experiencia del Caribe en temas de salud y derechos sexuales y reproductivos es crucial para comprender y abordar las complejidades de estas cuestiones en la región. La diversidad cultural y las realidades socioeconómicas del Caribe ofrecen valiosas lecciones y enfoques innovadores que pueden ser adaptados y aplicados en otros contextos. La inclusión de las perspectivas caribeñas en el diálogo regional y global es esencial para desarrollar políticas y programas que sean verdaderamente inclusivos y efectivos. Al valorar y aprender de las experiencias del Caribe, podemos avanzar hacia un futuro más equitativo y saludable para todos los adolescentes y jovenes.